
BAILE MODERNO, ZUMBA, PILATES, SHUFFLE, AEROBOX, INGLÉS...
"Los espejos se emplean para verse la cara, el arte para verse el alma".
George Bernad Shaw
Arte 8 es un centro de ocio y formación inaugurado en 2013 que oferta diferentes actividades y que siempre esta abierto a la demanda que la gente pueda hacer para tratar de satisfacerla ya que, si algo caracteriza a Arte 8 es la cercanía y el trato con los alumnos.
Su directora, Mirari Bilbao, mediante las actividades de Baile Moderno e interpretación, trata de educar a sus alumnos en la disciplina, el compañerismo y el compromiso entre otras muchas cosas.
Atendiendo a alumnos de todas las edades con sus diferentes actividades, Arte 8 está dirigido a toda la población en general.
No busques más, este es tu espacio.
¡¡¡Entra a conocernos y encuentra tu actividad!!!

Directora del centro
FORMACIÓN
Postgrado en Interpretación y Artes Escénicas por la UPV
Miembro del Taller de Teatro de la UD adscrito al Departamento Deusto Campus Cultura desde el año 2005 al 2013 ingresando en el Taller desde el Aula de Expresión Dramática en la que realicé el programa completo de iniciación los años 2004 – 2005.
Baile contemporáneo y modern jazz Academia Emily y Gimnasio Abusu. Año 1990 – 2011
Diplomada en Educación Social por la Universidad de Deusto.
Masters class: Espe Bastida, Bru Vidal, Hrisio Busarov, Bea Villabol, Marcos Martinez, David García, Nika Kljun, Lohitzune Rodriguez y Saydi Aldama
EXPERIENCIA
Baile:
Desde 2005 impartiendo clases de Baile Moderno y organizando y dirigiendo Festivales de Fin de curso y diferentes actuaciones en espacios como el Antzoki de Basauri, el Teatro Barakaldo o el Teatro Campos Elíseos entre otros.
Participación en distintas competiciones de danza.
Teatro:
Premio a la mejor interpretación juvenil en 2003.
Participación en las distintas Muestras y puestas en escena programadas por el Taller de Teatro de la UD y con L’ Odisea Teatro con dirección de Jon Amuriza, he interpretado personajes clásicos y contemporáneos.
Junto a mi trabajo de interpretación, he participado activamente en los montajes responsabilizándome de talleres como Vestuario, Caracterización o Utilería y coordinando equipos de trabajo.

Lo primero que llama la atención es darse cuenta, a poco de empezar el espectáculo, del ingente número de personas que participan , desde niños de 5 años hasta madres de familia.
Desde el mismo instante en que empieza ya se percibe un trabajo cuidado, que no deja resquicio a la mala improvisación: hay orden, hay un espíritu colectivo y esto es difícil de percibir en todo su esplendor, quizás por la falta de costumbre en el modelo de público actual que jalea todo lo que se mueve en un escenario, sin demasiados criterios.
Dos horas de energía, de creatividad, de originalidad, de un montaje coreográfico más que meritorio, mucho puntos por encima de los habituales espectáculos musicales y coreográficos amateurs, tan en boga, al uso.
Se percibe, claro, un trabajo exhaustivo. Eso no se le escapa a nadie y en valorarlo en todo su mérito hay unanimidad.
Pero hay mucho más que eso: se ve oficio, horas de vuelo, dominio escénico, pasión por la danza.
Mirari Bilbao ha creado un imparable dominio coreográfico más allá del mérito innegable que significa regir en un escenario a una masa de personas de semejante envergadura, sin un resquicio a la mala improvisación, a los desajustes. Con una duración considerable no se concede tregua ni lugar para las esperas, los fallos evidentes o el desorden escénico.
Un espectáculo pleno de energía colectiva, del ingente trabajo común que se intuye en unos previos ensayos demoledores, sin olvidar la presencia imperceptible del componente pedagógico de la danza que también se manifiesta en este trabajo con su consiguiente desarrollo de valores como el esfuerzo, el compromiso, el trabajo cooperativo o la responsabilidad colectiva, indispensables en el tiempo que vivimos.
Un deseo final es que este feliz experimento siga creciendo y se extienda cada vez más.
JON AMURIZA.